08 Ene Hallux Rigidus; qué es, tiempo de baja e incapacidad
¿Qué es el hallux rigidus?
El hallux rigidus es una patología degenerativa y progresiva de la articulación del hallux, cuyo principal síntoma es el dolor y la pérdida de la movilidad articular. Esta es, probablemente, una de las principales consultas en las clínicas de podología. La alteración comienza como una limitación en la movilidad del dedo gordo (Hallux límitus) que degenera en un desgaste en la articulación del dedo que acaba produciendo rigidez y dolor, provocando lo que se conoce como Hallux rigidus. El proceso puede acabar produciendo incapacidad ya que la artrosis que se genera en la articulación acaba dejando el dedo gordo como “congelado”, impidiendo caminar, inclinarse, trepar e incluso mantenerse de pie. En muchos casos, el hallux rigidus puede confundirse con el hallux valgus o “juanete” ya que en las fases más leves los síntomas son parecidos, si bien esta es una patología más común en hombres mientras que los juanetes suelen aparecer en mujeres.
Causas y síntomas del hallux rigidus
Las causas comunes del hallux rigidus son disfunciones biomecánicas y anomalías estructurales del pie, que pueden llevar a la osteoartritis de la articulación del dedo gordo. Este tipo de artritis muchas veces se desarrolla en personas con arcos caídos o con una excesiva pronación en los tobillos. El Hallux Rigidus es, en muchos casos, un problema familiar que sufren varios miembros de una misma familia, ya que han heredado un tipo de pie que es propenso a desarrollar este trastorno. En otros casos se asocia con el uso excesivo del dedo gordo, especialmente entre aquellas personas dedicadas a actividades o trabajos que incrementan la presión sobre el dedo gordo, como por ejemplo trabajadores que muchas veces deben permanecer encorvados o en cuclillas. El Hallux Rigidus también puede ser resultado de un traumatismo previo, que desencadena el proceso, que va avanzando lentamente con el tiempo; o puede ser causado por enfermedades inflamatorias como por ejemplo la artritis reumática o gota. Los síntomas dependen del grado que puede ser leve, moderado o severo, según la deformidad y la artrosis de la articulación. En los casos tempranos, los síntomas son:
- Dolor y rigidez del dedo gordo cuando se usa (al caminar, mantenerse en pie, inclinarse, etc.)
- Dolor y rigidez intensificados por el frío o la humedad.
- Dificultad para realizar determinadas actividades como correr o agacharse.
- Hinchazón e inflamación alrededor de la articulación.
Según va avanzando la enfermedad pueden desarrollarse otros síntomas adicionales como:
- Dolor, incluso cuando estamos en descanso.
- Dificultad para usar calzado por la aparición de espolones en el hueso.
- Dolor continuo en la cadera, rodilla o parte baja de la espalda debido a cambios en el modo de caminar.
- En casos severos, cojera.
Tratamiento quirúrgico del hallux rigidus
Cuando los síntomas son leves pueden corregirse con tratamientos no quirúrgicos como tratamiento que incluyen una o varias de estas opciones:
- Modificaciones del calzado, usando calzado con punta ancha o con suelas rígidas o arqueadas en la punta (rocker bottom).
- Dispositivos ortopédicos, para mejorar la función del pie.
- Medicación, con medicamentos orales antiinflamatorios no esteroides (NSAID), como el ibuprofeno, que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
- Terapia de inyección, el uso de corticosteroides pueden reducir la inflamación y el dolor.
- Terapia física, empleando ultrasonido u otras terapias físicas para proporcionar un alivio temporal.
En los casos moderados y graves, en los que la artrosis ya ha aparecido y la articulación ha sufrido daño, lo más recomendable es un tratamiento quirúrgico para solucionar el problema.
¿En qué consiste la operación de hallux rigidus?
Dependiendo del grado, existen dos tipos de intervenciones quirúrgicas para el hallux rigidus:
Cirugía del hallux rigidus con conservación de la articulación.
Se trata de una intervención poco invasiva en la que se realiza una limpieza de la articulación, se desbridan los osteofitos y se realizan unos cortes en el hueso llamados osteotomías para descomprimir y mejorar la movilidad de la articulación y alinear el primer dedo y así tener un buena mecánica. Esta técnica de cirugía es una intervención muy utilizada, simple y con buenos resultados.
Cirugía del hallux rigidus sin conservación de la articulación.
En los casos más extremos, se realiza una artrodesis o fijación de la articulación que, si bien limita la movilidad del paciente, termina con el dolor de forma definitiva.
Secuelas de la operación de hallux rigidus
Sea cual sea el tipo de cirugía utilizada, no existen secuelas de la operación de hallux rigidus y se recupera una vida normal en poco tiempo. Es importante recalcar que la fijación de la articulación NO afecta a la marcha del paciente y que este podrá caminar con cualquier zapato y la distancia que quiera; por tanto, la mejora que obtienen los pacientes es muy importante con cualquiera de las opciones que el podólogo determine tras los estudios previso.
Tiempo de baja por operación de hallux rigidus
En el caso de las intervenciones con conservación de la articulación, se trata de operaciones que se realizan de forma ambulatoria, por lo que el paciente se va a casa el mismo día de la intervención. Aunque puede apoyar el pie, que está vendado, es preferible usar un zapato ortopédico de postoperatorio durante un par de semanas. No es una intervención dolorosa y los pacientes dejan de tomar los analgésicos en los primeros días. Aún así conviene no caminar ni permanecer mucho de pie en las primeras dos semanas para evitar la inflamación. El calzado y la vida normal no se recuperan antes del mes desde la operación.
¿Incapacidad por hallux rigidus?
El hallux rigidus puede provocar incapacidad ya que provoca dolor en el pie y la articulación, dificultad para usar calzado, dolor continuo en la cadera, rodilla o parte baja de la espalda debido a cambios en el modo de caminar y en casos severos, cojera. Pero tras el tratamiento quirúrgico ambulatorio y el periodo de recuperación establecido por el médico en función de la intervención realizada, el paciente puede recuperar una vida normal en poco tiempo.
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